El próximo mes dejo la vivienda en la que he estado de alquiler estos dos ultimos años. Nada más entrar a la vivienda bajamos la potencia de la luz de 9,2kw a 4,6kw puesto que esa potencia era excesiva para un piso de 75 m2 sin presentar oposición alguna el arrendador
Ahora, al finalizar el contrato, el arrendador me exige que vuelva a subir la potencia a 9,2kw argumentando que esa es la potencia adecuada para una vivienda que posea calefacción eléctrica y otra serie de aparatos que funcionen con el mismo suministro.

En el contrato de suministro, el arrendador figura como titular pero los gastos de suministro los asumo yo como arrendataria porque así quedó estipulado en el contrato de alquiler. ¿Puede el arrendador exigirme subir la potencia cuando es del todo innecesario? Me parece un atropello pagar esta subida, y más sabiendo que el próximo inquilino que habite la vivienda volverá a bajar esta potencia.