Comunicamos al arrendador con antelación de un mes la voluntad de abandonar la vivienda y finalizar el contrato al transcurso del primer año de contrato. El arrendador aceptó. Pero el día de finalización del contrato no apareció, nos llamó para que dejásemos las llaves del piso y abandonáramos la vivienda. Le comunicamos que no podía entrar en el piso hasta haberlo revisado conjuntamente, haber firmado la renuncia del contrato y zanjado el tema de la fianza. Nos citó días posteriores a la finalización del contrato pero tampoco apareció, sin embargo puso la vivienda en alquiler mediante la colocación de carteles en la terraza, de manera que entró en la vivienda sin haber firmado la renuncia con nosotros y disponiendo de un juego de llaves de la vivienda. Nos supimos nada de ella en unos días hasta que nos comunicó que nos ingresaría parte de la fianza, que nosotros no consideramos justa, ya que ha descontado parte de desperfectos que no realizamos y al solicitarle las facturas nos envió unos garabatos.