Hemos hablado muchas veces del desistimiento unilateral del arrendatario. Basta buscar en este mismo foro las palabras desistir o desistimiento y encontrará abundante literatura mejor o peor fundada, pero que le permitirán hacerse su propia idea.

En pocas palabras, el arrendatario puede ser obligado a cumplir la duración completa del contrato o de la prórroga iniciada, pero el acuerdo entre las partes, por muy malo que sea, es la mejor opción.
Sin embargo, nunca se había tratado sobre las molestias de los vecinos, que dan al caso cierta originalidad y que, estirando mucho, podría alcanzar una causa de resolución del contrato, como es la perturbación que realice el arrendador en la utilización de la vivienda (artículo 27. 3. b. Ley de arrendamientos urbanos), pero es argumento débil, porque el arrendador no es los vecinos del arrendador. También se podrían alegar vicios ocultos de la vivienda (arts. 1490 y 1553 del Código Civil), es decir, aquello que si hubieran conocido los arrendatarios no la habrían arrendado, siempre que no se hayan alcanzado seis meses de contrato).

Reconozco que es estirar mucho, pero quizá sea suficiente para disuadir al arrendador de la exigencia de cumplimiento íntegro. En cualquier caso, si las arrendatarias devuelven las llaves y el arrendador las recibe sin reserva, el desistimiento no dará derecho a indemnización. Si la recibe solo por evitar males mayores y se reserva el derecho a indemnización, podrá hacerlo quedándose con la fianza o incluso pidiendo más. Si no acepta las llaves, podría incluso reclamar las rentas hasta la finalización del contrato.