Hola, mis padres delegaron en enero de 2013 la redacción del contrato de alquiler de una vivienda en propiedad a una gestoría, que a su vez se encarga de la domiciliación bancaria de los recibos y de gestionar posibles problemas que pueda tener el inquilino en la vivienda. Las partes del contrato son los propietarios (mis padres) y el inquilino, y la gestoría no aparece para nada en el mismo.

El problema es que la información que de forma verbal se transmitió desde la gestoría a los propietarios acerca del funcionamiento del contrato fue errónea. Se les transmitió la idea de que el contrato tenía una renovación anual y de que cualquier de las dos partes podía cancelarlo. Y así se redactó y se firmó por ambas partes:

"El plazo de duración del presente contrato es de un año.
Llegado el plazo, si ninguna de las partes no ha notificado a la otra, con dos meses de antelación, la voluntad de no renovarlo, el contrato se prorrogará por plazos anuales, hasta un máximo de 5 años."

Evidentemente la lectura del contrato confirmó la información dada previamente, con lo cual los propietarios seguían convencidos del funcionamiento del contrato.

La sorpresa se la han llevado ahora cuando han notificado que no querían renovar el contrato que vence en agosto y les han comunicado que ese derecho de no renovación solo lo tiene el inquilino, el cual puede estar legalmente hasta cinco años independientemente de lo firmado, ya que le ampara la ley.

Mi pregunta es, primero si realmente esto es así y si esa cláusula firmada es papel mojado, y segundo si se puede denunciar a la gestoría por los daños y perjuicios que esta redacción puede ocasionar a los propietarios que ahora no pueden recuperar su vivienda.

Muchas gracias.