Lo primero es saber la fecha exacta y la duración pactada en el contrato de 1987, porque una vez finalizado ese plazo, el contrato se fue renovando primero anualmente y desde 1995 cada tres años.

Suponiendo que el contrato es de junio con duración de 1 año, a partir de 1988 se renovó anualmente hasta junio de 1995 y desde entonces se ha renovado en 1998, 2001, 2004 y 2007, por lo que su duración no acaba hasta junio de 2010, fecha en la que el propietario puede darlo por extinguido.

En cuanto a las obras, no pueden ser consideradas más que como obras de mejora que cambian la configuración de la vivienda, por lo que requieren el consentimiento de la inquilina, según la interpretación más lógica y aceptada del art. 112 de la LAU de 1964 y del art. 1557 del CC. Pero la inmobiliaria propietaria de la vivienda querrá hacer las obras ahora que tiene toda la infraestructura en el edificio, lo que te sitúa en buena posición para conseguir un buen acuerdo en un nuevo contrato ya sometido a la LAU de 1994, es decir, con una duración garantizada de 5 años, aunque te obligues solo a uno.