El contrato de arrendamiento es un contrato privado que no permite exigir antes de su celebración nada más que lo que las partes estén dispuestas a conceder. Si no se ponen de acuerdo no habrá contrato, pero parece claro que nadie querrá contratar sin al menos conocer la identidad de la otra parte por medio de cualquier documento oficial, generalmente DNI o pasaporte.

Dependiendo de la confianza o seguridad que cada persona necesite para obligarse, pedirá más o menos garantías. Así, el arrendatario debería conocer el título que permite al arrendador entregar la finca en arrendamiento, pudiendo pedir que se le muestre una escritura pública donde conste ese título o verlo en el registro de la propiedad al que corresponda la finca.

Por su parte, el arrendador podrá pedir lo que estime oportuno, nómina, seguro, aval de un tercero o cualquier otra medida que le permita entregar su inmueble y quedarse suficientemente tranquilo.

No hay nada escrito sobre lo que se puede exigir o lo que no. Si te exigen algo que tú no tienes... simplemente no podrás alquilar ese piso.

Además del documento de identidad o pasaporte, lo normal en caso de estudiantes es requerir un aval, bien bancario o bien de los padres (si éstos tienen propiedades).