Si la persona que aparece en el contrato no llegó a habitar la vivienda ni se comprometió aunque fuera verbalmente ante el arrendador, nunca ha llegado a ser arrendataria, aunque sus datos figuren en el encabezamiento del contrato.

Por el contrario si ocupó durante algún tiempo la vivienda o hubo compromiso ante el arrendador, entonces es tan arrendataria como las demás, aunque falte su firma en el contrato, que tiene toda la validez y que las demás partes le pueden exigir que firme y cumpla.

Para evitar posibles problemas futuros, si lo que se quiere es defender la situación actual, lo mejor es que la arrendataria saliente ceda su parte en el contrato a la nueva ocupante, que pasará a ser arrendataria en el lugar de la anterior.

Ambas firmas junto con la del arrendador debieran ponerse en el contrato original o en un anexo al mismo que exprese la salida de una y la entrada de otra.

Hola,

Si el contrato no lo ha firmado la persona que se ha marchado, entonces no es válido.

Debería anularlo y hacer uno a nombre de las personas que realmente viven en el domicilio.

Espero haberle ayudado.