Para alquilar un piso por una estancia corta o de temporada que se enmarca dentro de los alquileres de uso distinto de vivienda deberás encontrar un inquilino que quiera alquilar una vivienda de forma habitual, es decir, que esa vivienda no sea su vivienda habitual. En el contrato se debe estipular que es es un contrato de vivienda no habitual por las razones específicas del inquilino, como puede ser un traslado laboral, unas vacaciones, estudios, tratamiento médico ... y que la duración del contrato por ese motivo es de X tiempo. Al finalizar ese X tiempo el inquilino debe abandonar la vivienda, es decir, no tiene derecho a las prórrogas obligatorias del contrato como en los arrendamientos de vivienda habitual.

No, para que el inquilino pueda acceder a las ayudas al alquiler para jóvenes, o las ayudas de los 210 euros mensuales, deben contar con un arrendamiento de vivienda habitual.