Cuando el contrato cumplió ocho años quedó fuera de la Ley de arrendamientos urbanos y puede ser rescindido cada vez que cumpla años, si la duración del contrato original fue de un año. Con ese límite anual, el arrendador puede exigir una nueva renta, es decir, un nuevo contrato, que volvería a dar al arrendatario derecho a cinco años de prórroga y los demás derechos de la LAU, entre los que están el de exigir las reparaciones necesarias para conservar la vivienda en las condiciones adecuadas para el uso convenido, aunque en el contrato se diga lo contrario.