Ni caso a la respuesta anterior. Solo alguien que desconoce por completo la ley puede aconsejar semejante barbaridad y afirmar que puede perder la fianza.

No solo puede perder la fianza, sino que pueden obligarle a pagar el resto de mensualidades.

Comunique de forma fehaciente (  burofax) la necesidad de esa reparación y el problema de humedades, pues si no lo comunica, con el paso del tiempo, se podrá achacar a que no avisó, y debe tener pruebas de lo contrario.

Si quiere irse, deberá pactar con el arrendador. La otra opción es, después de reclamar la reparación, si se niega, acudir a un abogado para peritar el problema y reclamarle los gastos ocasionados.

Arreglar las humedades tiene su complicación, no se trata sólo de pintar, pues volverán a aparecer si no se resuelve antes la causa.

La obligación del casero es realizar el arreglo, pero si de entrada no quiere, es mal asunto, como para pensarse dejar la casa de inmediato, notificándolo debidamente, por supuesto.

Puede perder la fianza, pero gana en tranquilidad, pues, incluso en el caso de que el casero cambiase de opinión, podría ser una obra compleja que quizás podría ser muy molesta para el uso de la vivienda.