Si es contrato por temporada, no está obligado a realizar las correspondientes prórrogas.

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Si va a ser tu vivienda habitual tienes que exigirle al casero que quite eso de arrendamiento de temporada del contrato. Lo que pretende el casero con eso es librarse de las prórrogas anuales obligatorias del contrato a las que tienes derecho como inquilino.

Dile al casero que es tu vivienda habitual y que, por tanto, no quieres que aparezca el término temporada. Así, aunque tu contrato sea de 10 meses, una vez pasen esos meses disfrutarás de prórrogas anuales obligatorias para el casero y voluntarias para ti hasta sumar un mínimo de cinco años de alquiler. Tú siempre podrás dejar el piso si avisas con treinta días de antelación como mínimo a la fecha de terminación del contrato o de cualquiera de sus prórrogas, tu voluntad de no renovarlo. Todo aparece muy clarito en el artículo 9 de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994.