Los contratos de arrendamiento se prorrogan ellos solitos (sin firmar nada) así:
Desde la firma hasta que cumplen 5 años.
Si llegado ese momento ninguna de las partes se opone:
Se prorroga hasta que cumplen 8 años.
Llegado el 8º año debiera firmarse uno nuevo. Si no se hace, el contrato se prorroga de año en año hasta que, en uno de los cumpleaños, una de las partes decida no seguir.
Si lo que tú querías era dejarlo, tendrías que haberlo notificado fehacientemente al domicilio del dueño (el que figure en el contrato) antes del 1 de noviembre.
Ahora el contrato se ha prorrogado, al menos por otra anualidad.