Haz como si le hablaras a un jefe que es tu padre a la vez: apela a la parte humanitaria que llevamos todos dentro, intenta que se ponga en tu lugar, hazle ver que eres cumplidora, honrada, seria, que quieres quedarte y luchas por estar al día con todos los pagos, pero que la situación es la que es (la que sea que tengas). Hazle sentir que le conviene tenerte de inquilina...

 

Suerte!

La actualización de la renta se hace en función del IPC anual, no en función del precio real del mercado. Por eso, aunque las viviendas hayan bajado considerablemente, las rentas por los arrendamientos de vivienda solo pueden actualizarse cada vez que el contrato cumpla año de duración.

La actualización tiene que pedirla el interesado, que es el arrendador cuando el IPC sube y el arrendatario cuando baja. Debe notificarlo a la otra parte para que sea efectiva a partir de la siguiente mensualidad. Si correspondiera actualizar su contrato en estos días la bajada sería de un ridículo 0,2 por 100, es decir, 20 céntimos por cada 100 euros. Probablemente el mes próximo la bajada anual sea del 0,8, pero hay que esperar que se publique el dato del IPC general nacional, normalmente a mediados de cada mes. Si el contrato es por ejemplo de 1 de septiembre, el IPC que se debe aplicar es el que se haga público a mediados de agosto.

Otra posibilidad es resolver el contrato y negociar otro más acorde con los precios reales del momento. Para hacer esto, tendría que notificar al arrendador su renuncia a la prórroga al menos treinta días antes de que el contrato cumpla años, como siempre con copia u otra prueba de haber notificado.

Si lo que usted pretende es que le rebajen el precio del alquiler más allá de lo que marca el IPC, no existe ninguna fórmula que le asegure que "no le puedan poner pegas". Se trata de hablar y negociar con el casero, sabiendo que no tiene ninguna obligación legal de hacer tal rebaja.