Mi casero de vez en cuando me sorprende con muebles o enseres que va a sustituir en su domicilio y ha pensado que quedarían muy bien en mi piso. La motivación es tenerlos aquí ya trasladados para el día en que yo me vaya (día que todavía no contemplo). En algunos casos son cosas que no necesito para nada (estanterías, tv). Y en todos los casos son cosas viejas por cosas viejas. De hecho, todo el inventario eran cosas reutilizadas de su domicilio. Mi piso es enteramente su trastero, su "punto limpio". ¿Está en su derecho de "renovar" el contenido del inventario puesto que es de su propiedad? ¿Puedo negarme y decirle que quiero solamente lo que ya hay, y que lo "nuevo" se lo guarde y aquí no lo traiga hasta que me vaya? La relación es cordial, como para "firmar" que siempre fuese así en todos los pisos, salvo esta pequeña dificultad.