La protección a la vivienda en la ley de arrendamientos urbanos solo alcanza al arrendatario de su vivienda permanente o de la vivienda permanente de su cónyuge no separado legalmente o de hecho, o de sus hijos dependientes. Es decir, exagerando la independencia familiar, un arrendatario podría tener varias viviendas permanentes al amparo del título 2 de la LAU, siempre que las habiten alguna de aquellas personas.

Lo demás son segundas residencias fuera del concepto de vivienda de esta ley. Eso no quiere decir que una persona no pueda alquilar más pisos, pero no gozarán de la protección que esta ley concede a los arrendamientos de vivienda, como son la prórroga o la imposibilidad de actualizar la renta libremente. Naturalmente hablo de derechos, no de los casos en los que el arrendador consiente y actúa como si el arrendatario solo tuviera una vivienda.