La opción a compra es un contrato o una parte de otro contrato completamente libre. Mientras que el arrendamiento está regulado hasta en los pequeños detalles y los contratantes no pueden salirse de sus estrechos márgenes, la opción queda en manos de la absoluta libertad. Por tanto, no "hay que" hacer nada, más que negociar hasta quedar satisfecho.

Personalmente, si yo quisiera comprar una vivienda no le regalaría al vendedor ni la mitad de la mitad de lo que pague en concepto de alquiler, sino que la compraría directamente, consiguiendo seguramente mejor precio y ahorrando mucho IVA, porque no se puede olvidar que todo el IVA, 16%, pagado en concepto de alquiler no deducible del precio de venta, será dinero perdido.