Ya se sabe que las palabras se las lleva el viento, dejando un vacío que hay que llenar con pruebas no siempre disponibles. De ahí la conveniencia de ponerlas en negro sobre blanco. No obstante, no pinta mal la cosa, porque el hecho de haber aceptado las llaves sin haber hecho expresa reserva (negro sobre blanco) supone resolución del contrato por mutuo acuerdo, es decir, que el arrendador incluso tendría que devolver la fianza, porque no podrá probar que fue entregada a cambio de la resolución ni tampoco podrá probar que el piso tuviera desperfectos. El arrendatario tendrá que probar en cambio que hizo entrega de las llaves o que el arrendador ha tomado posesión de la vivienda con actos evidentes como por ejemplo entrar, cambiar la cerradura, contratar pintura, publicar anuncios para un nuevo arrendamiento, o cualquier otro acto que implique disposición de la vivienda. En cuanto a los suministros, si los pudo dar de baja es porque era su titular y por tanto estaba en su derecho salvo pacto en contrario.