Es conveniente redactar un documento de fin de contrato en el que se expresen las responsabilidades pendientes. Al no haberlo hecho, ambas partes tendrán más difícil probar el estado en que quedó la vivienda. Pasados tres meses, si no se ha hecho ya por medio de un acta notarial o similar, esa prueba resulta prácticamente imposible, por lo que la vivienda se considera devuelta en perfecto estado.

En cuanto a los recibos pendientes, no hay suministrador de servicios que tarde tanto tiempo en facturar, por lo que ya puede exigir la devolución de la fianza con los correspondientes intereses al 5,5% anual desde que transcurrió un mes de la entrega de las llaves.