Es perfectamente legal que en el contrato se establezca la obligación del arrendatario de pagar el IBI de la vivienda arrendada. Así lo establece el artículo 20 de la LAU. En todo caso, hay que tener en cuenta que de acuerdo con dicho artículo para que este pacto sea válido ha de constar por escrito y determinarse el importe anual de dichos gastos a la fecha del contrato.

Por otro lado, hay que tener también en cuenta que en recientes sentencias el Tribunal Supremo ha afirmado que, cuando existe obligación de pago del IBi por parte del arrendatario (por haberse pactado así en el contrato) su impago es causa de resolución del contrato y de deshaucio, dado que se considera una cantidad asimilada a la renta.

Sí, en el supuesto que se encuentre perfectamente identificado como tal IBI, que pertenece su pago al arrendatario e incluso la referencia a la cantidad del último liquidado. Esto se basa en la libertad de pactar que determinados tributos sean a cargo del arrandatario establecida en el 20.1 de la LAU 94 que para terminar dice que para que sea válido dicho pacto deberá constar por escrito y determinar el importe anual de dichos gastos a la fecha de contrato.

En el contrato pueden y deben acordarse qué gastos pagará el arrendador y qué gastos le corresponderán al arrendatario. Todo contrato se supone que es negociado por ambas partes y si lo firman es porque ambas partes están conformes y aceptan las condiciones en el contrato reflejadas.