No es descartable que el arrendador pueda ser víctima de una trampa, como intereconomía. Pero en la vida a veces quizá haya que asumir riesgos, que podrían concretarse si ambos arrendatarios firmaron el contrato con carácter solidario y la arrendataria que ha entregado las llaves ha pagado toda la renta y responsabilidades pendientes, es decir, no ha habido incumplimiento del contrato. En ese caso podría aparecer el segundo inquilino exigiendo el derecho a su vivienda e incluso denunciando por allanamiento de morada. Pero el hecho de que uno de los dos inquilinos firme la resolución del contrato y entregue las llaves protege al arrendador, a mi entender suficientemente, pues hay poderosos indicios de renuncia por parte del segundo arrendatario.

Legalmente necesita un juicio de desahucio. Pero eso es costoso en función de los hechos. Compruebe la presencia o ausencia de la otra persona en el piso y usted decide los riesgos. Si el otro vuelve le puede poner una denuncia. Hubiera sido conveniente que la chica hubiera firmado por sí y en representación del otro arrendatario.